Oaxaca está llena de actividades diversas, el centro de la ciudad es un paraíso de arte, comida y artesanías, los pueblos mancomunados son un puñado de hermosos pueblos mágicos y la costa oaxaqueña es una colección de playas semivirgenes llenas de hippies, hipster, surfers y ecoturistas. Puedes recorrerla toda en una misma travesía, aquí te diré brevemente que hacer en cada lugar.
Top Lugares que visitar en Oaxaca
- Oaxaca centro
- Ruta de las artesanías
- Monte Albán
- San Bartolo
- Santo Tomás
- Mitla
- Hierve el Agua
- Puerto Escondido
- Zipolite
- Mazunte
- Zicatela
- Chacahua
Oaxaca lugares para visitar
La ciudad de Oaxaca es el corazón de esta travesía, te recomiendo ir y regresar durante los tres itinerarios aquí propuestos. La ciudad está llena de belleza y cultura, iglesias de cantera verde, restaurantes de comida típica y mercados que ostentan productos de la región, desde artesanías de barro negro y verde, hasta alebrijes de madera, y textiles: manteles, tapetes, camisas, playeras y vestidos.
Los alrededores están llenos de historia arqueológica viva: Monte Albán, Zaachila, Yagul y Mitla. Si te gusta la arquitectura, visita desde catedrales y conventos hasta inmuebles de la época actual. Otro gran atractivo es la pintura, que se puede apreciar, por doquier, en museos, galerías, muros y espacios independientes que refrendan la vitalidad de la Escuela Oaxaqueña de Pintura.
Oaxaca está llena de naturaleza y ecoturismo en las playas y los Pueblos Mancomunados; serie de localidades, a la altura de las nubes, donde puedes caminar, andar en bicicleta o cabalgar, en casi cien kilómetros de veredas, además de aprender sobre cultivo de hongos, maíz y truchas; elaboración de tepache, pulque y horneamiento de pan. También está uno de los árboles más grandes del mundo y los vestigios de una cascada.
Tres de las cuatro rutas recomendadas salen de la ciudad de Oaxaca, aunque puedes dormir en alguno de los pueblos. El primero es un recorrido de artesanías, en el cual verás la fabricación de barro negro en Coyotepec, barro verde en Atzompa, alebrijes en Tilcajete y Arrazola, textiles en San Antonio, y artículos de acero y cesterías en Ocotlán de Morelos.
Entre pueblo y pueblo, visita la zona arqueológica de las tumbas de Zaachila y experimenta la paz del monasterio de Cuilapam de Guerrero. La segunda es un encuentro con la naturaleza y el ecoturismo de los Pueblos Mancomunados, que están en lo alto de la sierra. Cuando vayas a cualquiera de los seis pueblos (Llano Grande, Latuvi, Benito Juárez, La Nevera, Cuajimoloyas y Amatlán) para sorprenderte con la sierra y la naturaleza, te recomendamos ir acompañado de guías zapotecas.
El siguiente recorrido es una mezcla de arqueología, artesanía y ecoturismo. Empieza con la visita al árbol del Tule, de más de catorce metros de diámetro y sesenta de altura. Continúa hacia Teotitlán del Valle, donde reproducen a Picasso y Rivera en tapetes; de ahí puedes ir a la zona arqueológica de Yagul y luego a las impresionantes ruinas artísticas de Mitla. Remata el itinerario en Hierve el Agua, un conjunto de pozas de agua caliente, en medio de la sierra, junto a los vestigios de una cascada.
La última ruta no está cerca de la ciudad, sino en la costa oaxaqueña, a seis horas de distancia; ahí conocerás un asombroso grupo de playas en las Bahías de Huatulco, donde podrás practicar esnórquel en diversas bahías, vivir como hippie en las playas de Zipolite, Mazunte, San Agustinillo, hacer surf en Punta Zicatela, pasar unas tranquilas vacaciones de playa en Puerto Escondido y convivir al máximo con la naturaleza en Chacahua, donde se mezcla la laguna con el mar bioluminiscente.
¿ Qué hacer en la ciudad de Oaxaca ?
Oaxaca es un crisol de cultura, artesanías, mercados, iglesias, comida y fiesta. La ciudad es la síntesis perfecta del pensar y sentir de este exuberante estado. Las iglesias que están a lo largo de la ciudad fueron construidas con cantera verde, que pareciera haber emergido de la naturaleza; esa visión te maravillará, frente a tus ojos se reflejarán los principales recintos y plazas que debes visitar, como la Plaza de la Constitución (o Plaza Central) y la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el Templo de Santo Domingo, la Iglesia de la Compañía de Jesús y la Basílica de la Soledad.
La cultural experiencia continúa con arte, dentro de su gran variedad de museos. Junto al convento de Santo Domingo, por el que pasarás más de una vez, al caminar por el andador turístico Macedonio Alcalá, está el Centro Cultural Santo Domingo, donde está el Museo de las Culturas de Oaxaca, uno de los mejores museos regionales del país; aquí conocerás la historia y aprenderás del origen de la diversidad de la cultura oaxaqueña; además está el Jardín Etnobotánico, un verdadero museo de la naturaleza.
Sin embargo, hay otros museos que puedes explorar, Arte Prehispánico Rufino Tamayo, Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), Espacio Zapata, Museo de los Pintores Oaxaqueños, Museo Textil de Oaxaca y el Centro Fotográfico Álvarez Bravo.
La gran faceta artística de Oaxaca está presente en su diversidad cultural; en el Museo de las Artesanías de Oaxaca, podrás ver representaciones artísticas de cada región y llevarte una parte de ellas; por eso es ideal dedicarle un día a la ruta de las artesanías.
La comida oaxaqueña es parte esencial de su cultura y representa al estado a nivel internacional, considerada Patrimonio Intangible de la Humanidad. En sus mercados, podrás probar comida de alto nivel culinario: chocolate, tlayudas, amarillito, el famosísimo mole negro, el almendrado, tasajo y otros ricos platillos; tanto en el mercado Benito Juárez como en decenas de restaurantes que oscilan en todos los presupuestos; la mayoría está en el corredor Macedonio Alcalá.
La ciudad se puede recorrer en tres días y la belleza de sus alrededores la vuelve mucho más atractiva. Puedes hacer una ruta de artesanías, yendo hacia Ocotlán; otra totalmente ecoturística, en los Pueblos Mancomunados; y una tercera, rumbo a Hierve el Agua, donde podrás apreciar un poco de ambas.
Otra actividad de aventura, cerca de la ciudad de Oaxaca, son los recorridos en bicicleta de montaña, y hay para todos los niveles. Algunas rutas están cerca de Mitla, otras en los Pueblos Mancomunados, e incluso hay recorridos que van desde la sierra hasta la costa de Puerto Escondido.
¿ Qué hacer en Monte Albán, Oaxaca?
A ocho kilómetros de la ciudad de Oaxaca están las ruinas de Monte Albán; cuando uno se aproxima, empieza a sentir su característica vibración; durante el camino podrás escuchar muchas cigarras. Las tres construcciones principales, dentro del complejo arquitectónico zapoteca, son la plataforma sur, un ascenso que es un verdadero reto; pues es muy alta, pero al llegar tendrás la recompensa de ver desde lo alto la zona arqueológica.
Podrás admirar las magníficas plazas del juego de pelota, grande y chica; la Plaza de los Danzantes, con sus sorprendente estelas de glifos antropomorfos. Como en la mayoría de las zonas arqueológicas, podrás contratar un guía que explique la historia de las fascinantes construcciones. Es preferible que la visites por la tarde, cuando el calor es menor, y el atardecer hace brillar la zona con esplendor.
RUTA 1: La ruta de las artesanías
La cultura oaxaqueña es especial, tanto por su diversidad como por sus artesanías; en pocos lugares del país existen culturas indígenas tan prolíficas y con un arte tan diverso, tanto en forma como en materiales.
A pocos kilómetros de Oaxaca, hay pueblos dedicados a la manufactura de diversas artesanías; para que elijas las que parecen haber sido hechas para ti, y te lleves una variedad de recuerdos.

¿ Qué hacer en Atzompa en la ruta de las artesanías de Oaxaca ?
En el pueblo de Atzompa podrás ver que la comunidad se dedica a la elaboración de barro verde vidriado, extraído de un cerro cercano; luego le dan forma en sus casas, con un torno que hacen girar con los pies, mientras con las manos elaboran macetas, cazuelas, comales, jarrones y otros artículos. Posteriormente, los dejan secar, y en ese momento le agregan un polvo llamado Greta, que pinta de verde el barro, antes de que los artesanos agreguen flores y hojas a las vasijas.
Muchas culturas ancestrales hacían combinaciones de animales, como minotauros y unicornios, y Oaxaca no es la excepción. Aquí la materia con las que se les da vida es la madera de copal, y la biforma depende de la creatividad del artesano. Para crear la quimera, tallan la madera, la sumergen en gasolina y la pintan de colores; después perfeccionan las mezclas de las figuras, creando un bestiario de seres imaginarios.
¿ Qué hacer en Cuilápam de Guerreroen la ruta de las artesanías de Oaxaca ?
Este pueblo no es famoso por su artesanía, sino por el bien conservado exconvento de cantera que irradia calma a los que pasan; dedicado a Santiago Apóstol, albergó a la orden de los dominicos. Se cree que era una zona importante de la religión mixteca. El monasterio se construyó para reemplazar la fe antigua por la católica.
¿ Qué hacer en Zaachila en la ruta de las artesanías de Oaxaca ?
La zona arqueológica de Zaachila fue construida por los zapotecas, al mismo tiempo que Monte Albán; esta zona arqueológica es mucho más pequeña, su tamaño radica en su belleza. Lo atractivo son las tumbas que han sido descubiertas en el sitio, así como la decoración, con imágenes de Tláloc, el dios de la muerte, animales, jaguares, cabezas de serpiente y de águila.
¿ Qué hacer en San Bartolo Coyotepec en la ruta de las artesanías de Oaxaca ?
Aquí la especialidad es el barro negro; este tipo de barro se cocina en un horno de dos bocas (o de reducción de atmósferas); el proceso prehispánico le sigue proporcionando el color negro o grisáceo característico, mate o brillante; además de emitir un sonido particular al golpearlo
¿ Qué hacer en Santo Tomás Jalieza en la ruta de las artesanías de Oaxaca ?
Los textiles son la especialidad en Santo Tomás Jalieza de este pueblo zapoteco, donde las mujeres se dedican a expresar su cosmogonía a través del telar de cintura. Resulta una hermosa imagen ver cómo se arma el telar, entre la cintura de la mujer y un árbol o poste de madera, para luego mover de forma ágil los dedos, convirtiendo diferentes hilos de algodón en caminos de mesa, manteles, bolsas, mochilas, carteras y muñecas.
Este pueblo está dedicado a los textiles que utilizan hilo de seda y algodón; principalmente para tejer vestidos y blusas. La prenda oriunda del lugar se llama Vestido de San Antonio y se identifica por su bordado multicolor. Estos vestidos son utilizados por las mujeres de los valles centrales; además de los textiles de San Antonio, también se producen piezas de cestería, jaulas, canastas y servilleteros
¿ Qué hacer en Ocotlán en la ruta de las artesanías de Oaxaca ?
El golpe del martillo que golpea el acero en Ocotlán, ese es el sonido característico del lugar, cuyo producto son espadas, cuchillos, abrecartas, dagas y sables. Muchos de ellos con empuñaduras de cuero, hueso, bronce y cuerno, con leyendas o nombres sobre el filo de los mismos. Además del acero, también se trabaja, aunque en menor medida, cestería de carrizo, así como algo de piel e incluso vestidos y huipiles hechos de manta, bordados con hilo de seda.

RUTA 2: La ruta de los Pueblos Mancomunados
Hace algunos años emigraron diez familias zapotecas, del pueblo de Zaachila hacia las montañas, en busca de tierra fértil; así, fundaron los Pueblos Mancomunados, aunque ellos se autonombran “gente de las nubes”, ya que viven gran parte del año a la altura de las nubes o encima de ellas, debido a que algunos pueblos están a más de dos mil metros sobre el nivel del mar y las cumbres de sus cerros a más de tres mil metros.
Estos seis pueblos están a dos horas de la ciudad de Oaxaca, son los más ecoturísticos que hay en la sierra y puedes descubrirlos a pie, en bicicleta, a caballo o combinando las posibilidades, para atravesar cañones, cuevas, cascadas y, sobre todo, contemplar el hermoso paisaje.
Los recorridos pueden durar desde un día hasta una semana, ya que hay más de cien kilómetros de rutas por las cuales caminar, pedalear o trotar. Una de las rutas cortas, de tres horas y media, une a los pueblos de Benito Juárez y Cuajimoloyas. También se puede seguir ruta a Latuvi, descendiendo durante seis horas.
Personas de todo el país y el extranjero vienen a recorrer las rutas de esta sierra. Hay para todos los niveles; los que más las disfrutan son los que practican Enduro. De la ciudad de Oaxaca parten viajes de tres días, en los que se descienden senderos bastante técnicos. En los pueblos de Benito Juárez y Cuajimoloyas se pueden rentar bicis y guías para unas horas o varios días.
¿ Qué hacer en San Miguel Amatlán en los pueblos mancomunados de Oaxaca ?
En este pueblo puedes comenzar tu aventura de los Pueblos Mancomunados; aquí hay un pequeño museo que narra su historia. Dentro de las actividades está explorar sus interesantes alrededores; también puedes participar y observar el cultivo de hongos o la elaboración de pan, además de disfrutar de su gastronomía natural.
¿ Qué hacer en Latuvi en los pueblos mancomunados de Oaxaca ?
Este pueblo parece estar en la cima del mundo, a dos mil cuatrocientos metros sobre el nivel del mar. Tiene siete rutas que puedes recorrer a pie, en bicicleta o a caballo. Puedes bañarte en la Cascada de Molcajete; y si quieres divertirte, participa en la elaboración de pulque, tepache o mermelada. También hay criaderos de trucha, puedes pescar la que más te guste y comerla al instante.
¿ Qué hacer en La Nevería en los pueblos mancomunados de Oaxaca ?
Debido a su altitud y frío, durante finales del siglo XIX y XX, sus pobladores se dedicaban a vender nieve, de ahí su nombre. Este pueblo tiene una tirolesa y juegos de destreza aérea. Otra de las maravillas del lugar reside en su flora, pues las orquídeas y bromelias abundan; además, tiene una ruta para conocer los siete colores del maíz.
¿ Qué hacer en Benito Juárez en los pueblos mancomunados de Oaxaca ?
Desde este pueblo, a dos mil ochocientos metros sobre el nivel del mar, puedes observar los valles centrales desde arriba de las nubes, sobre las que puedes caminar, en el puente de ciento cincuenta metros de largo, así como lanzarte en tirolesa. En este bosque de coníferas hay pinos de más de trescientos años de antigüedad y treinta metros de altura. Aquí puedes aprender sobre la historia de los hongos y sus diferentes usos.
¿ Qué hacer en Llano Grande ?
Está situado a poco más de tres mil metros de altitud sobre el nivel del mar; sus principales actividades, como en los demás Pueblos Mancomunados, son caminar, pasear en bicicleta y hacer ciclismo de montaña. Los talleres que se imparten están orientados a la gastronomía, en especial a la creación de pan y tortillas.

¿ Qué hacer en Cuajimoloyas ?
A tres mil doscientos metros sobre el nivel del mar podrás observar los paisajes majestuosos que lo convierten en uno de los destinos principales del recorrido. Tiene nueve rutas que puedes caminar, o librar en bicicleta, que también puedes utilizar para andar por la montaña, así como deslizarte en tirolesa. Posee una amplia variedad de hongos; de hecho, ahí se realiza una feria tradicional de hongos silvestres. Para descansar, puedes recibir un masaje, una limpia y meterte al temazcal.
RUTA 3: Del Tule a las ruinas de la cascada Hierve el Agua
El primer punto de esta ruta es el Árbol del Tule, el más grande del mundo. Es un ahuehuete de catorce metros de diámetro y una copa de sesenta metros. Tiene más de dos siglos de antigüedad y una de las diversiones de nativos y visitantes es buscar figuras y formas en su inmenso tronco.
Atrás, minúsculo en comparación al árbol, está el Templo de Santa María de la Asunción, desde donde se ven otros dos ahuehuetes, bastante altos.
¿ Qué hacer en Teotitlán del Valle, Oaxaca ?
En este pueblo, Picasso, Rivera y los símbolos zapotecas son convertidos en textiles y tapetes; muchos son hechos a mano; el mayor atractivo es la diversidad y alta calidad de los diseños.
En los talleres del pueblo se puede ver el proceso de manufactura; empieza con el cepillado de la lana, después hay que convertirla en hilo y luego viene la formación de madejas que se pintan con tintas naturales de plantas e insectos. Entonces comienza el tejido en el telar.
¿ Qué hacer en Yagul, Oaxaca ?
En esta zona arqueológica de Oaxaca, desarrollada en la época de Monte Albán, está el juego de pelota más grande de América. Sobresale la fortaleza que está en la cima de un cerro, desde donde se puede contemplar la zona.
Las construcciones principales son el palacio de los seis patios, la sala de consejo y la tumba triple; en paredes con grecas que parecen ser el prólogo del sitio de Mitla. Otra de sus características es la pintura en pisos y muros.
Al terminar de conocer este importante recinto, puedes visitar el sitio Caballito Blanco, donde hay pinturas rupestres, de más de ocho mil años antes de Cristo.
¿ Qué hacer en Mitla, Oaxaca ?
La particularidad primordial de esta zona arqueológica estriba en la perfección de sus grecas; las formas y la precisión con las que están construidas te atraparán, en cuanto empieces a caminar a su alrededor; representaciones infinitas que pueden tener conexión con la muerte; en náhuatl, Mictlán significa lugar de muertos.

Otra de las cosas que las vuelve únicas es la posibilidad de entrar a las habitaciones del palacio, donde las grecas te mostrarán la oscuridad y la luz zapoteca. También se puede entrar a dos tumbas, donde se dice que están enterrados los sacerdotes y reyes zapotecas. Al terminar, puedes recorrer la iglesia y sentir el sincretismo religioso del lugar.
¿ Qué hacer en Hierve el agua, Oaxaca ?
A este lugar le llaman “las ruinas de una cascada”, una buena forma de definir un paraíso difícil de encontrar, conformado por ojos de agua de diferentes colores; algunos están calientes y puedes meter los pies; en otros puedes meterte de cuerpo entero, y desde el agua observar el desfiladero.

Los colores del agua tienen tonalidades azules y verdosas, y en las paredes de las cascadas petrificadas podrás ver como si la caída del agua se secara, detenida en el tiempo. En el lugar hay restaurantes y cabañas para disfrutar de la noche estrellada y descansar del recorrido, en los valles centrales de Oaxaca.

Ruta 4: La costa oaxaqueña
La costa oaxaqueña es uno de los paraísos playeros del planeta Tierra; hasta el momento, la contaminación y los grandes hoteles no han llegado, por lo que la belleza, tranquilidad y diversidad de sus playas permanece casi intacta. Los que gustan de la vida en la playa, esnórquel, pesca y surf, encontrarán un refugio de paz.
El recorrido puede durar siete o quince días, incluye esnórquel o pesca en las nueve Bahías de Huatulco, un contacto con la vida hippie y natural en Zipolite y Mazunte, surf en Zicatela, Puerto Escondido y Chacahua, donde la fuerza del mar y su luminiscencia te harán agradecer el vivir en este planeta.
Es aconsejable volar a Huatulco y realizar la travesía en automóvil. El recorrido que proponemos empieza en Bahías de Huatulco, parte de un área nacional protegida, por lo que algunas se conservan libres de grandes hoteles, como La Entrega, El Violín, el Arrocito y San Agustín. Además, hay otras playas como Cacaluta o La Bocana, en la que hay una o dos palapas y una enorme costa, con muchos lugares para esnorkelear y observar la diversidad multicolor de los peces de arrecife.
Recomiendo pasar ahí de dos a cuatro días, ya sea hospedándote en la Crucecita o en uno de los grandes resorts que abundan por la bahía; para visitar una playa por la mañana y otra por la tarde, llegar temprano y esnorkelear; la visibilidad es mejor a esa hora del día; después, comer en cualquier otra playa y caminar o reposar en la playa para hacer la digestión, hasta presenciar el maravilloso atardecer de la costa oaxaqueña.
Después de pasar unos días en Huatulco, toma el auto para explorar la paradisiaca costa que continúa hacia el norte; las siguientes paradas son cuatro playas con un ambiente relajado: Zipolite, Mazunte, San Agustinillo y Ventanilla.
¿ Qué hacer en Zipolite, Oaxaca ?
Zipolite está reconocida como una playa nudista internacional y fue la primera en México que desarrolló el concepto hippie de playa. Ahí, el tiempo pasa lentamente, la parte norte de la breve playa es la más desarrollada y sofisticada, la parte sur es la más alternativa; hay muchos lugares para todos los gustos.
El descanso en Zipolite consiste en levantarse tarde, estar en la playa, acostado, caminar, nadar, comer en uno de los restaurantes que se despliegan a lo largo de la arena, así como en calles aledañas; y en la noche una fiesta en algún restaurante, bar o fogata.
¿ Qué hacer en Mazunte y San Agustinillo, Oaxaca ?
Las playas que siguen hacia el norte son Mazunte y San Agustinillo, tan sólo separadas por una pequeña roca; aquí, la vida playera es menor, hay menos palapas y la costa es más pequeña; sin embargo, es más tranquilo que Zipolite; un poco más familiar.
Hay menos restaurantes, palapas, hostales y hoteles que en Zipolite, y la playa es más tranquila en cuanto a su oleaje. Al atardecer, la costumbre es subir a Punta Cometa, escalando un cerro o por un camino trazado, donde se puede apreciar el atardecer desde una alta roca, con las olas rompiendo debajo, y ver extenderse, en el horizonte, los reflejos naranjas sobre el mar.
Por la noche hay bares, una pizzería, un local de hamburguesas y un delicioso lugar para comer pescado a las brasas: en ese local puedes comer huachinango, langosta, filete o camarones, en una salsa que mezcla adobo y chimichurri. En la noche se puede caminar por la playa, observar las olas y las estrellas.

¿ Qué hacer en Ventanilla, Oaxaca ?
La última playa de esta sección hippie de la costa oaxaqueña es Ventanilla, la cual está mucho menos desarrollada que las anteriores; hay poco hospedaje y la playa es larga y deshabitada, sin sombra.
Si buscas un sitio súper relajado y solitario ésta sigue siendo la mejor opción, la segunda es San Agustinillo, después Mazunte y, por último, Zipolite. Si lo hippie no es para ti puedes visitarlas durante el día y regresar a Huatulco o Puerto Escondido, pues está justo a la mitad, y haces una hora hacia cualquiera de los dos puntos.
La siguiente parada del recorrido es Zicatela y Puerto Escondido, playas unidas, de hecho, la frontera entre una y otra es imperceptible. Si vas en plan familiar la mejor opción es Puerto Escondido, donde encontrarás cinco playas con restaurantes familiares y un malecón, si vas en un plan mucho más juvenil, aventurero o surfer debes dirigirte a Zicatela y Punta Zicatela.
¿ Qué hacer en Zicatela, Oaxaca ?
En Zicatela el tiempo transcurre lentamente durante el día; sin embargo, al amanecer y al atardecer, la playa se llena de surfers, atraídos por las grandes olas. Para pasar el día puedes ir a una docena de clubes de playa y pasar un día en mar abierto; en la tarde, después de surfear o caminar y ver el atardecer, podrás cenar en alguno de los restaurantes que ofrecen pizzas, pesca del día, comida thai y ceviche peruano.
¿ Qué hacer en Puerto Escondido, Oaxaca ?
En Puerto Escondido hay una infraestructura hotelera mucho mayor que en Zicatela. Puedes descansar en hoteles de tres a cinco estrellas, ir a la playa y pasear. Por la tarde recorrer el malecón, donde encontrarás al menos una docena de opciones para cenar y pasar una noche agradable.

¿ Qué hacer en Laguna de Manialtepec, Oaxaca ?
Durante tu estancia en Puerto Escondido y Zicatela, aprovecha y visita la Laguna de Manialtepec en la noche, para admirar el efecto de la bioluminiscencia. La aventura empieza al atardecer, con un recorrido por la laguna, observando una diversidad de aves que te acompañarán. De regreso, a medianoche y en plena jungla, verás un cielo estrellado como pocas veces en tu vida.
Durante ciertos momentos observarás un resplandor en el agua, una luz fosforescente llamada bioluminiscencia. Cuando la lancha se detenga y te arrojes a la oscura laguna, el agua a tu alrededor empezará a brillar; conforme te muevas, el brillo aparecerá, de forma intermitente; si mueves las manos, parecerá que están llenas de luciérnagas o estrellas, una experiencia en la que las palabras no bastan para expresar lo que se quiere.
¿ Qué hacer en Chacahua, Oaxaca ?
Después de pasar unos días en Puerto Escondido y Huatulco, si quieres un encuentro con la naturaleza, te recomiendo ir a Chacahua, una de las playas más hermosas y poco habitadas de Oaxaca.
Para llegar tienes que cruzar la laguna de Chacahua, puedes tomar dos rutas, la corta o la larga; en la corta cruzas la laguna en cinco minutos; en la larga, el recorrido dura cuarenta y cinco minutos.
Al llegar, hay una hilera de palapas que mide unos cuantos metros y kilómetros de playa virgen; las opciones son pocas, pero maravillosas; caminar, nadar en la laguna, en el mar, tomar clases de surf; muchas personas de otros países vienen hasta esta playa, en busca de la ola perfecta.
Aquí puedes ver el amanecer en una playa que antes era una laguna y el atardecer del otro lado; durante la noche puedes hacer recorridos de luminiscencia. La vista es mucho mejor que en Manialtepec, pues hay menos luz. Podrás deslizarte en la lancha, en plena oscuridad, con un cielo estrellado, sentir el viento en la cara y, justo en medio de la oscuridad, tirarte al agua y jugar con la luminiscencia, sacarle brillo al agua y flotar en medio de la noche, con los ojos fijos en las estrellas, sintiéndote dichoso, maravillado y agradecido por lo que has vivido en la costa oaxaqueña.

Ultimos tips sobre ¿ Qué hacer en Oaxaca ?
La gastronomía oaxaqueña es exquisita, no dejes de probar el mole, chocolate y tlayudas.
La mejor forma de recorrer esta ruta es en auto; sin embargo, el camino de la ciudad de Oaxaca hacia la costa dura seis horas; es empinado, complicado y lleno de curvas, la mejor forma de llegar a la costa es en avión, si rentas coche te recomendamos hacerlo en la ciudad de Oaxaca y visitar los alrededores, tomar un camión a Huatulco o Puerto Escondido y luego rentar otro auto.
Ten cuidado con tus pertenencias en las playas, sobre todo en Zipolite, si vas a entrar al mar deja tus cosas en una bolsa, encargadas en algún restaurante.
La mejor playa para ver bioluminiscencia es Chacahua.
La costa es conocida por sus grandes olas, ten cuidado al nadar.
La mejor forma de hacer esta ruta es en automóvil, aunque puedes utilizar taxis públicos o privados.
Esta ruta se puede combinar con las 4 rutas del Centro de México, rumbo a Puebla; la costa oaxaqueña la puedes combinar con la Guerrero , así como conectarla con la ruta Chiapas.
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